Los Toronto Raptors están perdiendo poco a poco la estabilidad. Tras un inicio de temporada prometedor, el equipo cada vez falla más en partidos que debería sacar adelante. Los Golden State Warriors, en cambio, están alcanzando su pico de forma y llegan a Canadá con una racha de victorias y un plan defensivo muy bien trabajado.
Toronto Raptors
El balance de 3-3 en los últimos seis partidos parece neutro, pero el contexto preocupa: las tres derrotas llegaron en encuentros en los que los Toronto Raptors partían como claros favoritos. Especialmente significativo fue el duro correctivo ante los Washington Wizards (138-117), donde el equipo se hundió en el último cuarto: 17 puntos en 12 minutos. La ausencia de Jakob Pöltl castiga la protección del aro y el rebote, y el ataque cada vez se apoya más en aclarados sin movimiento de balón. Es cierto que Brandon Ingram e Immanuel Quickley producen puntos de forma constante, pero falta eficiencia colectiva, sobre todo contra defensas muy físicas.
Golden State Warriors
Tras tres derrotas consecutivas, los Golden State Warriors hicieron hincapié en la defensa, y el cambio se notó de inmediato: tres victorias seguidas y el segundo mejor defensive rating de la liga en este tramo. En el partido contra los Dallas Mavericks el equipo marcó el ritmo ya en el primer cuarto (40 puntos) y después controló el juego sin sobresaltos. Stephen Curry no fuerza situaciones, pero encuentra sus tiros con regularidad, y toda la estructura ofensiva funciona a partir del trabajo atrás y del control del ritmo. Incluso sin De'Anthony Melton, la profundidad de la rotación permite mantener un nivel de intensidad alto.
Pronóstico Toronto Raptors vs Golden State Warriors
Los Toronto Raptors son ahora vulnerables precisamente en los aspectos en los que los Golden State Warriors son más fuertes: defensa en estático y capacidad para bajar el ritmo. Sin Jakob Pöltl, a los locales les costará generar segundas oportunidades, y las posesiones largas contra una defensa organizada de los visitantes suelen acabar en lanzamientos complicados. Ellos no necesitan firmar una paliza: les basta con controlar el partido e imponer un guion lento.

