Sergio González nos recomienda su pronóstico para el partido de LaLiga.
Real Madrid sigue en la pelea por el título y no puede permitirse ningún tropiezo: está a cuatro puntos del liderato que ocupa Barcelona, cuando restan siete jornadas para el final. La eliminación en la Champions League y la reciente derrota en casa ante Valencia añaden aún más hambre competitiva. Athletic Club también lucha por entrar en el top 4, pero su situación le permite ceder puntos sin consecuencias inmediatas.
Real Madrid
El equipo de Carlo Ancelotti ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos, con la única derrota llegando en el minuto 95 ante Valencia (1:2). El Real Madrid es segundo tanto en la clasificación general como en goles marcados, con 64 tantos. En el Santiago Bernabéu ha sumado 37 puntos, el mejor registro como local de LaLiga, y ha marcado en 14 de sus 15 partidos en casa. Para este encuentro no estará su máximo goleador, Kylian Mbappé, pero el equipo cuenta con otras amenazas ofensivas: Vinicius, Rodrygo y Jude Bellingham han firmado 25 goles en conjunto, y el joven Endrick ha anotado cinco en sus últimos cinco partidos de Copa del Rey.
Athletic Club
El Athletic Club sufre más lejos de San Mamés. Esta temporada ha perdido a domicilio ante Girona, Barcelona y Atlético de Madrid. El conjunto de Ernesto Valverde tiene el quinto mejor ataque de la competición (49 goles), pero en defensa ha mostrado fragilidades. En ocho de sus últimas diez salidas ha cometido al menos un error que ha acabado en gol, y ha encajado incluso frente a equipos de la parte baja, como Real Valladolid (1:1) y Deportivo Alavés (1:1).
Real Madrid vs Athletic Club Pronóstico
Real Madrid está obligado a sumar los tres puntos si quiere mantenerse en la lucha por el campeonato, y las estadísticas lo respaldan: no pierde ante Athletic Club en el Santiago Bernabéu desde hace 19 enfrentamientos, con solo tres empates. Athletic Club comete demasiados errores defensivos como visitante, y Real Madrid sabrá aprovecharlo para llevarse el partido y mantener la presión sobre Barcelona.