Sergio González nos recomienda su pronóstico para el partido del Masters de Riad de snooker
Las semifinales del Masters en Riad enfrentan a dos figuras del circuito: Mark Allen, número 7 del mundo, y Neil Robertson, actual número 3. El formato al mejor de siete frames resalta aún más la importancia de la forma actual y la precisión en los breaks largos. Ambos jugadores suelen elevar su nivel en rondas decisivas, pero sus estilos y rendimiento en este torneo han sido muy distintos.
Mark Allen
El norirlandés es el campeón defensor y uno de los jugadores más constantes del curso, aunque su rendimiento reciente ha mostrado altibajos. En sus últimos partidos ha cometido errores puntuales en fases clave, dejando escapar frames desde posiciones ventajosas. Su balance en la temporada es sólido, con más de diez victorias consecutivas en otoño y múltiples breaks por encima de 60 y 70 puntos. Sin embargo, sufre un bajón claro: se le escapó un partido tras ir 3-1 ante un rival de menor ranking, y ha mostrado un control del juego menos fiable. En un formato corto como este, esa irregularidad pesa mucho.
Neil Robertson
Robertson llega a este cruce con un estilo mucho más agresivo y preciso. Ya ha firmado breaks de 100+, 133, 88 y 76 en un solo encuentro, lo que demuestra su finura técnica y su dominio posicional. Además, viene de superar a un rival de jerarquía como Kyren Wilson con un claro 4-0 en poco más de cuarenta minutos. Si bien su temporada ha tenido algún bache, en este torneo está mostrando una estabilidad notable, con pocas concesiones tácticas y una producción ofensiva constante. En este tipo de formatos, eso marca la diferencia.
Mark Allen vs Neil Robertson Pronóstico
Robertson parece mejor preparado para el formato corto: entra rápido en partido, convierte con limpieza y mantiene de forma constante breaks de 70 o más con un solo intento. Sus múltiples centenares en este torneo reflejan su gran momento. Allen, aunque peligroso, ha sido inconsistente en los cierres de frame y ha cometido errores en posiciones cómodas. En un partido a cuatro frames, lo que decide no es tanto la táctica como la limpieza en la primera entrada y la conversión en puntos, y ahí el australiano tiene ventaja clara.