Kfpicks nos recomienda un pronóstico para el ITF de Athens.
El duelo en Atenas presenta dos perfiles muy distintos. Enrico Dalla Valle, 27 años y 196 cm, llega con el físico y el servicio como principales argumentos, pero con una temporada que lo mantiene anclado en el entorno del top-400, sustentada en resultados irregulares y demasiadas derrotas ante rivales más asentados. Su rendimiento en hard este año es flojo: gana cuando domina con servicio ante jugadores muy inferiores, pero sufre en cuanto el nivel sube y la exigencia desde el fondo aumenta. Sus derrotas recientes ante Kopriva o Glinka ilustran bien esa fragilidad en partidos donde necesita sostener ritmo y consistencia. Aunque viene de un triunfo cómodo ante Sakellaridis, ese tipo de victorias no corrige su patrón de fondo: cuando el guion no está a su favor, le cuesta competir de tú a tú durante tramos largos.
Eliakim Coulibaly, por el contrario, llega con una dinámica mucho más positiva. A sus 23 años ha encadenado varias semanas sólidas en pistas rápidas, con una racha estable en Monastir y buenas actuaciones en noviembre que incluyen cuartos y semifinales. En Atenas abrió con autoridad ante Robertson, mostrando de nuevo que en este tipo de torneos suele responder bien cuando parte como favorito. Su porcentaje de victorias en hard durante los últimos meses está claramente por encima del de Dalla Valle y su juego —más estable, con buena movilidad y capacidad de presionar desde la devolución— se adapta mejor a intercambios prolongados y ritmos altos.
No hay enfrentamientos previos, pero el emparejamiento táctico favorece al marfileño: Coulibaly tiende a desgastar, mover y forzar errores, mientras que Dalla Valle depende demasiado de ganar puntos cortos. Si el italiano no consigue una producción muy alta con primeros servicios, el partido se le pone cuesta arriba. Además, en términos de fiabilidad según rol, Coulibaly acostumbra a cumplir cuando es favorito; Dalla Valle, cuando parte por detrás en cuotas, baja notablemente su rendimiento.
Con los datos de forma, superficie y tendencia competitiva, la elección más lógica es Eliakim Coulibaly.
