Giacomo Baraggioli nos recomienda un pronóstico para la Europa League.
Cuando el sorteo de la Europa League dio a los Wolves el emparejamiento con el Olympiacos, el primer pensamiento habrá ido seguramente al calor del público de Karaiskakis. Sin subestimar el valor de los griegos, capaces de superar el Arsenal en la ronda anterior, uno de los puntos fuertes de los rojiblancos es el calor de su público. Una ventaja que la formación de Pedro Martins ha sabido aprovechar plenamente en esta temporada: veintidós partidos, dos empates (con Paok y Tottenham) y dos derrotas (con Arsenal y Bayern), pero que para los octavos de final de esta noche no podrá ayudarles. La decisión de jugar a puertas cerradas para los problemas relacionados con el Coronavirus podría representar una gran desventaja para un Olympiacos que está dominando su propio campeonato y quiere seguir consiguiendo un lugar importante en la escena europea.
El Wolverhampton puede aprovecharse, en viaje el equipo de Espirito Santo ha construido muchas de sus fortunas en Europa. La derrota irrefutable contra Espanyol es la única mancha en un recorrido casi perfecto, en el que destaca la victoria en la casa de Besiktas, otro campo decididamente “caliente” debido al público turco. El medio paso en falso contra el Brighton no permitió mantener el paso del Manchester United en la carrera hacia el cuarto lugar, pero las posibilidades de que los Wolves están en Europa también en la próxima temporada siguen siendo concretas, también porque el Wolverhampton encuentra con gran regularidad el gol en la temporada (sólo seis veces permaneció en 0). Mantenido en reposo Traoré, Espirito Santo espera que su regreso pueda ayudar a Jota y Jiménez a encontrar el gol que faltó el domingo. Y en un Karaiskakis silencioso, hay una buena posibilidad de que eso suceda.