Iñaki Aval nos recomienda un pronóstico para la Liga Santander.
La resaca de otra decepcionante jornada de Champions será complicada de digerir para el nuevo Sevilla de Sampaoli. Aunque, en este caso, se trata de una decepción diferente. Sí en cuanto a resultado, porque deja al equipo con pie y medio fuera de los octavos de final, pero no en lo que a juego se refiere, habiendo completado, más que probablemente, el mejor partido de la temporada en el Westfalenstadion de Dortmund. Al equipo no le faltó dominio o generación de ocasiones, sino acierto en la definición. Y, especialmente, brilló combinando desde atrás a pocos toques, con gran fluidez en sus circulaciones para progresar por dentro y romper con cierta facilidad las líneas del Borussia. Con una gran versión de Navas, Gudelj, Nianzou o Marcão –sustituido con molestias el martes, pero parece que ya recuperado–, los hispalenses también dejaron muestras de solidez defensiva en medio de un curso sin ningún dominio tampoco en área propia. Hay brotes brotes anímicos y tácticos, aunque en esto segundo Sampaoli viene variando bastante la estructura y los jugadores en cada demarcación.
Ahora, se encontrará un rival que ha comenzado la temporada tal y como se esperaba, con evidentes limitaciones individuales, con planteamientos buscando que sucedan pocas cosas y agarrándose a la capacidad para pelear balones en largo de Muriqi o la técnica en el golpeo de un Kang-In Lee que ha dado un paso adelante. Este RCD Mallorca de Aguirre, en línea continuista con la idea que le dio la salvación “in extremis” el curso pasado, es un equipo construido de atrás hacia delante, mucho más trabajado en lo defensivo que en lo ofensivo. Sí con capacidad para dañar saliendo rápido al espacio, pero, sobre todo, haciéndose fuerte mediante un repliegue que obligue al rival a inventar en campo rival. Partido para que los Isco, Oliver Torres o `Papu´ Gómez den un paso adelante, el que vienen insinuando los tres viendo sus últimas actuaciones.