Inaki Avial nos recomienda un pronóstico para la Champions League.
El Manchester City repite, una vez más, como el máximo candidato en las apuestas, aunque con peores sensaciones que los últimos dos cursos a estas alturas del año. Un equipo diferente desde la llegada de Haaland y la marcha de Cancelo, que ha incrementado el acierto goleador, aunque ha perdido control, algo de pausa y cierta capacidad para sorprender con las permutas por dentro de Foden o Bernardo Silva, junto a Kevin De Bruyne. El inglés, de hecho, ha sido relegado a un rol secundario, mientras que el luso está jugando de “laterior” desde que se fue su compatriota: un centrocampista en el momento que su equipo tiene el balón, que cierra como lateral izquierdo cuando lo tiene el rival. Ante equipos de entidad, como Liverpool o Arsenal, Pep no ha dudado en ser menos purista y más precavido, renunciando a tener más posesión y control, para ser más incisivo.
Desde la llegada de Marco Rose, el Leipzig ha mejorado en cuanto a resultados y sensaciones, a pesar de que, poco después, Christopher Nkunku cayó lesionado. Tras tres meses en el dique seco, que le impidieron jugar el Mundial con Francia, su futbolista insignia reapareció este fin de semana y dejó sensaciones positivas. E, incluso, una asistencia. Quienes no llegarán a tiempo son Gulácsi, lesionado de gravedad, y Dani Olmo, aunque Rose no tendrá problemas para reemplazarle en el once, con Szoboszlai o Forsberg, para completar la habitual línea de tres cuartos de su 4-2-2-2. O, incluso, con Timo Werner algo más retrasado, jugador que ya fue clave en la final de Champions en la que el Chelsea superó al propio cuadro de Guardiola. La pegada del Leipzig es mayúscula. Sobre todo, demoledor cuando le presionan y tiene espacios para correr.