La Supercopa se llevará a cabo en el BayArena, que sirve de sede de este compromiso por segunda vez, lo que ofrece al Leverkusen una excelente oportunidad de convertirse en el noveno equipo diferente en levantar el trofeo. Conseguir el objetivo podría consolidar aún más el nuevo estatus de equipo poderoso a nivel local que ostenta este Bayer Leverkusen, especialmente porque la institución logró retener a todas sus piezas claves para la temporada venidera, incluyendo el entrenador Xabi Alonso y a sus figuras destacadas que se vincularon con traspasos a lo largo de toda la ventana de fichajes.
Por lo general, la Supercopa se disputa entre el campeón de la Bundesliga y el monarca de la DFB Pokal, el dominio del Leverkusen la temporada pasada significa que el subcampeón de la Bundesliga, el Stuttgart, fue el flamante invitado a disputar el primer título de la temporada. Los logros de este equipo la temporada pasada fueron muy buenos, ganando los últimos tres partidos de la campaña de liga para superar al poderoso Bayern Munich en la batalla por el segundo lugar de la clasificación.
Por si eso no fuera suficiente, el Stuttgart tuvo una pretemporada dominante en la que los dirigidos por Sebastian Hoeneß ganaron cinco de sus seis partidos, y ese rendimiento da a entender que la posibilidad de ganar la Supercopa por segunda vez en su historia no es algo descabellado. No es el favorito en este enfrentamiento de acuerdo a las casas de apuestas y eso puede estar directamente relacionado con su actividad en el mercado de fichajes, ya que no pudo retener los servicios del máximo goleador de la temporada pasada, Serhou Guirassy, quien salió del club, al igual que los defensores titulares Hiroki Ito y Waldemar Anton.