¿Qué espero de España en la EURO 2020?

España no es favorita para la próxima EURO 2020. Es la realidad. Creo que es algo bueno. Ya viene ocurriendo desde hace años, desde hace varios grandes campeonatos. En el periodo 2008-2012 se instaló un aura de favoritismo, de autoridad, que acabó siendo negativo porque nos despegó de la realidad. 

El combinado español ha vivido históricamente entre tropiezos, entre vasos de agua volcados que empapaban los papeles, entre botes de pintura que derramaban su líquido, entre tazas de café que manchaban camisas a las ocho de la mañana. Y, de repente, la época dorada, la mejor etapa de nuestras vidas.

Éramos los mejores, la envidia de Europa, el equipo a batir a nivel mundial. Sólo había elogios, perfumes, resúmenes del 'fútbol perfecto'. El gran error. Era verdad, pero dejarse llevar ante ese periodo que se esfumaría era tan fácil como perjudicial.

Ahora, muchos siguen pensando que vivimos ahí, que seguimos siendo intocables, que seguimos siendo los mejores, que seguimos brillando como entonces. Y no. Absolutamente, no. Pero no es malo. Es volver al origen. Tenemos el privilegio de volver a comenzar, de poder intentarlo, de tener la opción de volver a tener esa sensación de vulnerabilidad.

Siempre he sido más de este tipo de contextos. Volver a sentir que se puede perder, que cualquier equipo puede ganarte, que hay equipos mucho mejores. Pero, ¿quién creía que éramos favoritos a ganar en 2008? Nadie. O algunos muy muy valientes. No más allá.

La lista de España para la EURO 2020 quizás no tenga a los mejores jugadores del mundo, pero no por ello hay que echar todo por tierra. 

Se ha hablado de las ausencias, de los jugadores que no han ido convocados, de las supuestas malas decisiones. Pero cuando llegue el comienzo del torneo, cuando llegue el primer día de partido, nadie se acordará de eso. Pocos, muy pocos pensarán en eso cuando salga el primer once oficial, cuando queden apenas minutos para el debut. Pero gusta, gusta mucho eso de la crítica de ser seleccionador desde el sofá, desde esa ignorancia tan inocente.

España tiene un muy buen equipo. No el mejor a nivel mediático, ni el más famoso, ni el más deseado. Pero ahí está la clave. Los focos para otros. Insisto. España no tiene mal equipo. Tiene futbolistas muy muy interesantes, con un factor ilusión que igual no tienen otras, con jóvenes valores que tienen mucho que decir.

¿Ganará España la Eurocopa? Quizás no, pero ¿y si pasa? Insisto. Cuando comience el torneo, cuando todo gire en torno a eso, cuando llegue el día de partido, el gusanillo volverá a nacer. ¿Sabéis por qué? Porque es una Eurocopa de fútbol, es una gran cita. Volverán las ganas de ver los partidos y se olvidará todo.

Claro está. Luego, cuando todo caiga (si es que ocurre) el mensaje aparcado volverá y los sabios de las redes sociales despertarán del letargo para subirse de nuevo al carro de "Si ya se sabía". Muchos se unirán a ello aprovechando la corriente porque pensarán que así pertenecen a un grupo. Pero todo será igual que ahora.

Creo que España deberá pasar de la fase de grupos de la Eurocopa. A partir de ahí, soñar, ir poco a poco, desde el papel secundario, desde el segundo escalón, con la ilusión del que es consciente de que no tiene las mejores herramientas. 

El problema es de los que piensan que este equipo es el mismo de 2008, 2010 ó 2012. El problema es de los que viven inmersos en mundos monótonos o cuyo espectro de color sólo gira sobre uno y el resto es algo menos que un cubo de basura. Ese es su problema. No el mío, ni el tuyo seguramente.

Insisto. Pasar la fase de grupos. A partir de ahí, poco a poco.