Portugal, campeona de la EURO 2016

Los lusos, que se quedaron sin su estrella Cristiano Ronaldo por lesión, vencieron en la prórroga a la anfitriona Francia contra todo pronóstico. 

 

 

Minuto 25 y Cristiano Ronaldo se retiraba del campo dando entrada a Quaresma. Payet lo había lesionado en el minuto 7 con una dura entrada que ni siquiera fue sancionada y que provocó que el astro portugués se echara al terreno de juego con lágrimas en los ojos. Lo había intentado pero no podía seguir. Portugal tenía el corazón en un puño, había pasado solo un cuarto de partido y había visto como hasta entonces, dos selecciones con miedo a perder se respetaban sin hacer demasiado daño y su capitán y estrella tenía que abandonar el campo. Hasta entonces, pocas ocasiones y una Francia algo superior con un buen Griezmann y un colosal Sissoko que a punto estuvieron de marcar.

 

En la segunda mitad, el acoso de los galos aún fue mayor, incluso teniendo ocasiones para golear, pero un inmenso Rui Patricio hizo que el marcador quedara en tablas. También los postes ayudaron a que el marcador no se moviera ya que Gignac tuvo en sus botas la victoria para Francia cuando estrelló en la madera una gran jugada personal en el tiempo añadido, solo segundos antes de que Clattenburg pitara el final. Lloris también se tuvo que emplear a fondo ante alguno de los ataques lusos al contragolpe pero finalmente la prórroga no se evitó.

 

Ya en la prórroga, ambos conjuntos iban a tener sus oportunidades, incluso Guerreiro lanzó un balonazo al travesaño con un buen golpeo de falta, pero sería en el minuto 109 cuando el “9” de Portugal, Eder, que apenas había jugado hasta entonces, sacara un latigazo ajustado al palo derecho de Lloris para hacer el único gol de la final. Poco más iba a suceder en la primera Eurocopa de la historia de los portugueses. Fernando Santos había acertado más que Deschamps con los cambios, y el fútbol le premió su valentía. Portugal que históricamente siempre ha tenido grandes jugadores pero no grandes delanteros centros, veía como un “9” que apenas había marcado goles en toda la temporada, le daba su primer título importante.

 

Francia, desconsolada, sufría el mal del anfitrión y se unía a los ya “maracanazos”, “centenariazos”, etc. Los “gallos” caían en casa y ante su afición en una Eurocopa que parecía destinada a no salir de casa. Las lágrimas aparecían de nuevo en la cara de Cristiano Ronaldo al levantar la copa, pero esta vez eran de felicidad.