Penúltima parada en el camino hacia Moscú


Ya va quedando menos para que el fútbol internacional colapse nuestros televisores 25 horas al día. Tendremos que aguantar comentaristas deleznables que confunden “dilación” con “dilatación”, pero con ponerlo en silencio y escuchar a los colegas decir las mismas gilipolleces, vamos tirando. Y si no, en el fondo de las latas de cerveza puede que esté la respuesta. Eso, allá cada uno.  


Pero la innegable realidad es que el Mundial está a la vuelta de la esquina. 4 años de separación de la última cita en Brasil para que los sueños mundialistas de todos los países se recompongan, se hinchen y se enceren. ¿O se piensan que las gentes de Arabia Saudí, Irán, Perú, Panamá o Senegal no sueñan con ver a los suyos pasar al lado de una estatuilla dorada de menos de 40 centímetros sin dirigirles una simple mirada? Hasta el más cojo se cree con posibilidades de ganar algo.


Sin embargo, hay poquitos combinados que se han ganado por derecho propio un hueco en las quinielas de ganadores. Todos coincidiremos en que Brasil, Alemania y España copan el primer puesto como “máximas favoritas” y luego existe una difusa nebulosa compuesta por Francia, Argentina, Portugal, Bélgica, Inglaterra y quienes ustedes quieran añadir. Lo que está claro es que, de las 32 selecciones clasificadas, 20 sobran. Siendo generosos.


Así que, a continuación, compartiré con vosotros mi humilde e inservible opinión sobre lo que hemos visto de estos 8 equipos en las fechas amistosas de la semana que abandonamos. Para no fallar a la habitual ración de bilis propia de este blog, los he colocado de peor a mejor. Porque alfabéticamente y de mejor a peor estaban muy vistos. 


Portugal: “un día bien y dos mal”. Han ganado a Egipto en el último minuto sufriendo como inútiles y porque a Cristiano le chivaron que estaba a tantos goles de romper otro récord. Pese a los buenos nombres que copan su combinado, entre los que se ha colado un tal Guedes que igual nos suena a todos, vemos mucha vieja gloria arrastrándose por el verde. Bueno, y viejos a secas. Apesta a recambio generacional postmundialista que tira pa’atrás. Quizá el más flojo de las “grandes”, si bien es cierto que como tengan el día bueno (como en Francia hace 2 años), van a ponerte contra las cuerdas. Pero tampoco me sorprendería demasiado que se quedaran en la fase de grupos.


Bélgica: como Portugal, pero con 5 años menos. Te hablan de Courtois, Alderwiereld, Kompany, Vertonghen, Carrasco, Witsel, KDB, Hazard, Lukaku, Mertens, Batshuayi, Dembele (el del Tottenham), Nainggolan, Mirallas, Januzaj, Tielemans… y suena bien. Tan bien, que por algún lado tiene que pinchar. Y acaba pinchando por el lado más obvio: no son equipo. El estilo de juego, que nos permite ver a un Carrasco que no sólo ha aprendido a correr, sino que encima lo hace hacia atrás, es hasta bonito. Pero no terminan de compenetrarse lo suficiente como para ver al KDB del City o al Hazard del Chelsea. Porque al Lukaku del United se le ve. De vez en cuando, pero aparece. Sus méritos en el Mundial dependerán del sacrificio y sincronización que sean capaces de adquirir en los dos meses que nos quedan. vamos, poquito.


Argentina: me he cansado de leer “son Messi y 10 más”, pero tras el partido contra España leí la mejor definición posible: son Messi y 10 menos. Asusta pensar que un tal Dybala no vaya ni convocado. O un tal Icardi. Sampaoli va dando bandazos inventándose un once que le quede bien a Messi sin darse cuenta de que está haciendo de su equipo una verbena. Lo cierto es que su messidependencia es tan grande que harían de Portugal y su cristianodependencia un chiste de no ser porque a veces el Kun se acuerda de lo que hace en el City. Porque Higuaín, lo único que nos deja, son los insultos en redes sociales. Tienen muchísimo potencial, pero nada invita a pensar que vayan a hacer mucho más que intentarlo.


Francia e Inglaterra: los pongo al mismo nivel, si bien son antitéticos. Los primeros, una lista de nombres que marea. Como Bélgica, pero incluso un poquito más, porque a veces hacen cosas hasta bonitas. Pero los días en los que no les apetece, son más hemipléjicos que el peor Málaga de la temporada. Los segundos, inexplicablemente, han conseguido ser un bloque. Tienen grandes nombres como Rose, Dier, Alli o Kane (¿por qué me saldrán todos del Tottenham?), aunque tampoco podemos olvidarnos de Rashford, Vardy, the OX, Young o Wilshere. Pero son nombres que, si bien no son medianías, tampoco son jugones. Sin embargo, no hacen mal fútbol del todo y si te cogen en un día tonto, te pueden hacer mucho daño. El problema de las dos es que en el túnel de vestuarios, antes del partido, deben lanzar una moneda al aire y si sale cara, juegan; si sale cruz, hacen el ridículo. Pero, sin duda, son las que más cerca están de pasar al club de “las potentes”.


España: me quito a España la primera de las 3 porque considero que peco de subjetivismo con nuestro equipo y porque le veo un fallo gordo, que es el gol. Es cierto que con Julen, España está promediando algo más de 3 goles por partido, pero encuentro el dato poco representativo. Venimos de dos fiascos gordos cuando nos creíamos invencibles y volver a caer en el mismo error sería una torpeza enorme. Pero es difícil no ilusionarse viendo a lo que juega España. Poco hay que decir de los de Julen, quien parece haber introducido ciertas piezas sin alterar el equilibrio interno del vestuario. Y Aspas. La madre que te parió, Aspas. 


Alemania: uno de los mejores bloques del mundo adornado con figuras en posiciones clave. Lo jodido es que podría jugar la sub y serían igual de buenos. Queda Alemania para rato, si es que alguna vez se fueron. Personalmente estoy enamoradísimo de Goretzka y el chaval no tiene sitio en el once, con gente como Draxler, Khedira, Kroos, Özil, Emre Can o Sané por delante. Poco se puede decir de un combinado que, hombre por hombre, son un deleite puro. Quizá, lo único, sea que aburren un poco. En fases grandes de los partidos duermen la pelota y esperan que el rival se les eche encima buscando huecos. Pero tampoco es algo que se les pueda echar en cara a menos que te llames Diego Pablo Simeone.


Brasil: Argentina era Messi y 10 menos. Pero Brazil no es Neymar y 10 más. Parecen haber recuperado el nivel perdido y ahora son uno de los equipos más temibles que nos podamos imaginar. De pocas maneras se puede hacer daño a un equipo como el de Tite a día de hoy salvo por los laterales, donde ninguno de los de arriba baja y los dos defensas son más ofensivos que otra cosa. Arriba, variedad pura y dura: Cou, Ney, GJ, Willain, Firmino, WJ… jugones para aburrir. De nuevo, de los buenos es más difícil sacar cosas negativas.


Ahora bien, al más puro estilo de Christopher Nolan, terminaré diciendo que todo lo que habéis leído es mentira. Está fundamentado en meses de amistosos y duelos clasificatorios de la más baja calidad. Un Mundial es un Mundial, son poco más de 30 días, 7 partidos justos que separan a un puñado de niños de convertirse en señores, la diferencia entre pasar de puntillas por la historia o escribirla tú mismo. Así que muy probablemente, todo lo escrito no sean más que patrañas que dentro de dos meses carezcan de sentido. 



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