La pandemia quita brillo a los campeones
Imagina un plano medio de un caminante cualquiera que va escuchando música, en su mundo, con un gigantesco tsunami en el fondo, acercándose de forma rotunda, pero sin enterarse de nada.
Pronto se cumplirá un año de una de las experiencias más surrealistas, inesperadas e importantes de nuestras vidas. Seguramente, tú, yo, nosotros, todo el mundo, hace un año éramos unos simples ignorantes de todo lo que se nos venía encima. Ya empezábamos a saber detalles de un virus que estaba sacudiendo Wuhan, pero, claro, era China, quedaba muy lejos. No nos importaba.
Un 2020 que ha quedado grabado en nuestras memorias con su explosivo cambio, con sus consecuencias sanitarias, humanas, sociales, económicas y casi en cualquier ámbito que se te ocurra. En este caso, hablaremos del futbolístico.
Una temporada 2019/20 que, también, fue diferente. Aquel parón. Aquella pausa de varios meses que llegó en mitad de un océano de dudas. El fútbol paraba. No había partidos, ni noticias, ni entrenamientos, ni fichajes. Nada. Absolutamente nada. Y, claro, era totalmente lógico, pero no menos sorprendente.
Una temporada que dejó a Real Madrid, Juventus, Liverpool, PSG y Bayern de Múnich como campeones de las consideradas mejores 5 ligas del fútbol europeo. Todos ellos, además, de forma rotunda, autoritaria.
Una corona brillante como pocas veces se había visto. Una corona que llegaba tras una tormenta mundial que todavía seguía vigente, pero relajada, con unos haces de luz que algunos querían ver como esperanza. La pandemia seguía, pero el fútbol iniciaría la actual temporada, alejándose de cualquier lógica adquirida. Había que acabar como fuera la campaña anterior para cumplir contratos televisivos y, luego, una vez finalizada se analizaría el escenario.
Era la excusa, pero ¿por qué debía iniciarse la siguiente? Sigo sin entenderlo. De hecho, confieso, me interesa preocupantemente cada vez menos este fútbol sin gente, sin público, sin ambiente. Pero empezó. Comenzó la presente temporada y se están viendo dinámicas interesantes que han creado muchos análisis también curiosos.
Los actuales campeones ligueros están sufriendo. ¿Fruto del cansancio? ¿Consecuencia de un descanso que ha sido menor en un año mentalmente agotador? Es un análisis interesante porque sobrepasa cualquier aspecto deportivo. Ha sido un año que ha llevado a la Humanidad a un contexto y escenario que han entremezclado agobio, miedo, estrés y muchos cambios en las rutinas. Los futbolistas, como personas que son, también viven esas consecuencias.
Real Madrid, Juventus y Liverpool ya parecen haber donado sus respectivas coronas. A día de hoy, parece difícil que reediten título. Es hablar demasiado alto y claro, pero al menos ya ha quedado claro que la carga mental, física y deportiva del último año ha sido muy importante y serio como para volver a pelear de forma rotunda en sus respectivas ligas. El Paris Saint Germain tampoco es líder, pero la distancia respecto al primer clasificado no es tan importante y (teniendo en cuenta el potencial respecto al resto) la posibilidad de verles reinar nuevamente en Francia sigue siendo viable.
El único que parece estar reinando nuevamente es el Bayern de Múnich en Alemania. Igual que los últimos años. La distancia de los bávaros respecto al segundo vuelve a ser importante. Pero lo cierto (y por ello les incluyo en este punto de vista) es que les ha costado más de la cuenta tras un inicio de temporada donde los tropiezos fueron tendencia e incluso firmaron varios resultados sorprendentes que afectaban a su soberbio estado de forma. Durante ese primer tramo, pese a que ahora vuelven a tener velocidad de crucero en el fútbol alemán, vivieron las consecuencias de un año extremadamente positivo. Son el gran equipo a batir del fútbol europeo y, quizás, del mundo.
La pandemia también tiene sus consecuencias deportivas en el mundo del fútbol. Los actuales campeones de las consideradas mejores ligas del mundo brillaron de forma excelsa la pasada temporada, pero ahora, tras un parón más corto entre curso y curso, con una carga mental y física que sigue presente en segundo plano, está viviendo consecuencias que les privan de pelear de tú a tú los títulos.
Salvo el Bayern de Múnich, ninguno de ellos es líder y sus dinámicas deportivas son totalmente irregulares, con idas y venidas, con demasiados tropiezos.