¿Es justa la destitución de Tüchel?

El Chelsea está convirtiéndose en una de las grandes decepciones de la presente temporada en la Premier League. Su dinámica deportiva está alejada de las expectativas creadas, sus cifras defensivas son preocupantes, sus objetivos goleadores no se cumplen y el escenario en Stamford Bridge ha hecho saltar las primeras alarmas.

Una situación que, ya oficialmente, ha despertado las primeras alarmas y tiene las primeras consecuencias. De forma sorprendente, de forma inesperada, Thomas Tüchel fue destituido como técnico de la primera plantilla. Informaciones desde las islas británicas afirmaban que su adiós ya era una decisión tomada incluso antes de la derrota ante el Dinamo de Zagreb. Pero, sea como sea, su adiós es un hecho.

Entrenadores como Graham Potter (Brighton), Pochettino (libre, sin equipo) y Zinedine Zidane (libre, sin equipo) han sido los principales candidatos que han ido sonando desde el minuto 1 de la marcha del técnico alemán. Entre ellos, parece ser que el inglés sería la opción favorita de los propietarios.

Sin embargo, la destitución de Tüchel y la futura contratación del sustituto, son las consecuencias. Las soluciones a los hipotéticos problemas del equipo. Pero, ¿realmente el Chelsea estaba rindiendo tan mal como para que se haya tomado esta drástica decisión?

Aparentemente, sí y no. 

Sí, porque el equipo había ganado sólo 3 de los 7 encuentros disputados. Sí, porque las sensaciones del equipo eran preocupantes. Sí, porque de los 7 partidos citados anteriormente, sólo en 1 consiguieron dejar la portería imbatida. Sí, porque en ataque el equipo no había conseguido ofrecer las más sólidas de las sensaciones.

No, porque todos los objetivos en juego están rotundamente al alcance. No, porque algunos de los jugadores que eran caras nuevas llegaron tarde, en la última semana del mercado de fichajes. No, porque es demasiado pronto. No, sobre todo, porque es el mejor entrenador que ha tenido el combinado londinense en los últimos años.

Thomas Tüchel cogió un proyecto gris, sin personalidad, irregular, errático, heredado de Frank Lampard y, en cuestión de semanas, de meses, lo convirtió en el equipo más fiable del fútbol europeo. El Chelsea, desde su llegada, remontó en liga hasta sellar una de las plazas de Champions League y, ahí, en ese torneo, hizo frente al importante reto de ser campeones de Europa.

La decisión es totalmente desmedida, injusta, poco lógica. Es demasiado pronto, había un margen de mejora enorme, el equipo está todavía en la primera fase de la temporada, con todo por delante. Pero no. Al parecer, la nueva directiva tiene prisa y, ya lo está demostrando, tiene una forma de gestionar un club deportivo muy diferente a Roman Abramovich.

Una pena, pero creo que Tüchel, por su experiencia en el club, merecía otra salida y mucho más margen y confianza.