Cara y cruz

El Real Madrid consiguió una valiosa victoria en Lisboa, mientras que el Sevilla no pudo ante la Juventus en un partido cargado de polémica. 
 

La cara y la cruz del fútbol se vivió anoche en la Champions League, la victoria y la derrota, en este caso especialmente dura para un Sevilla que se vio muy condicionado por las decisiones arbitrales.

Más allá de la importancia que tenía para el Real Madrid el partido disputado ayer, el foco de atención era Cristiano Ronaldo, el astro portugués volvía a casa y la afición Sportinguista quería rendirle tributo a uno de los suyos. Homenajes a parte, el Sporting volvió a ser un hueso duro de roer para el Real Madrid, el conjunto de Jorge Jesús planteo un partido muy serio basado en la presión alta que incomodo a los de Zinedine Zidane. El partido acabó como el de la ida, un gol de Benzema en el último suspiro les dio la victoria y los tres puntos a un Real Madrid que no se siente cómodo ante el Sporting de Lisboa. El vigente campeón de la Copa de Europa se jugará el primer puesto del grupo ante el Borussia Dortmund en el Santiago Bernabeu.

Al Sevilla le tocó vivir la cara más amarga del fútbol, vio como se le escapaba un partido que tenía totalmente encarrilado gracias a un gol en los primeros compases del partido obra de Nico Pareja. Hasta el momento en el que llegó la expulsión de Franco Vázquez el Sevilla tenía el partido controlado y estaba siendo superior, a partir de ese momento el conjunto de Nervión no pudo ante una Juve que se doblegó con un hombre más. La polémica no se acabó con la expulsión, escasos minutos más tarde el árbitro, Mark Clattenburg, pitó un penalti a favor de la Vecchia Signora por una disputa dentro del área entre Mercado y Mandzukic. Marchisio se encargó de empatar antes del primer tiempo, y a partir de ese momento los italianos se hicieron dueños y señores.
Bonucci en el minuto 84 y Mandzukic en el 94 finiquitaron a un Sevilla que no era merecedor de este resultado.
El primer puesto se complica, y la clasificación se la jugarán en el último partido en Lyon.