El Angers no logra salir de su dinámica negativa y otra vez arranca la temporada en zona de descenso. En cambio, el Strasbourg parece decidido desde el principio a pelear por puestos de Champions League. Da la sensación de que ya le ha cogido el gusto a las competiciones europeas.
Si bien solo ha disputado una ronda de playoff de la Conference League, contra el Brondby danés (0-0, 3-2), el equipo de Liam Rosenior ha mostrado ambición. Este jueves debutó en la fase de grupos con una victoria a domicilio frente al Slovan Bratislava (2-1). Solo han pasado dos días desde el regreso de Eslovaquia, un desplazamiento relativamente largo, lo que podría pesar, pero no es algo nuevo: tras su viaje a Dinamarca, también perdió, aunque fue ante el poderoso Mónaco, participante de la Champions League (2-3).
Ahora, jugando de nuevo en casa, el Strasbourg refuerza su candidatura. En los últimos diez partidos en el Stade de la Meinau ha sumado seis victorias, dos empates y solo dos derrotas.
El Angers no tiene compromisos europeos que lo distraigan, pero eso no le ha servido de mucho. Recién la temporada pasada logró volver a competir en Ligue 1 y salvó la categoría gracias a una racha sin derrotas en octubre de 2024 (cuatro partidos), tres victorias seguidas en enero y, más adelante, apenas tres triunfos durante toda la primavera.
El arranque de este nuevo curso ha sido una lenta caída: comenzó venciendo al debutante Paris FC (1-0), pero después llegaron dos derrotas ante equipos de la parte alta de la tabla como Brest (0-1 fuera) y nuevamente Brest (0-2 en casa).
Strasbourg se consolida como uno de los equipos más sólidos de la zona alta y, en su estadio, sus opciones se multiplican. Todo apunta a que podrá imponer su juego ante un Angers que sigue arrastrando los mismos problemas de siempre.