Ambas selecciones llegan igualadas con 21 puntos, aunque Uruguay ocupa el tercer puesto por mejor diferencia de goles, mientras que Paraguay es quinto. La clasificación directa al Mundial no parece en peligro inmediato, pero el partido tiene un alto valor simbólico y competitivo: nadie quiere ceder terreno.
Paraguay tiene una clara ventaja: juega en casa, donde ha conseguido sus cinco victorias en los 14 partidos disputados hasta ahora. En Asunción, la selección guaraní se muestra muy sólida y practica un fútbol ordenado, basado en la contención y la eficiencia. Las cuatro últimas victorias como local han sido todas por la mínima: 1-0 o 2-1, sin excesos ofensivos. Las únicas selecciones que han logrado puntuar recientemente en territorio paraguayo fueron Perú (0-0) y Colombia (0-1), y ambas lo lograron en 2023.
El equipo de Marcelo Bielsa no ha sido tan regular como local, pero ha mostrado carácter fuera de casa. En siete salidas solo ha conseguido una victoria, pero fue nada menos que un 0-2 ante Argentina. Ha perdido solo dos de esos encuentros: ante Ecuador (1-2) en altitud y frente a Perú (0-1), donde marcar es una tarea complicada para cualquiera. Uruguay ha recibido 10 goles, por los 9 que ha encajado Paraguay, lo que muestra un nivel defensivo muy similar.
El partido se jugará en Asunción, sin factor altitud que beneficie o perjudique a ningún equipo. Aunque Uruguay tiene más calidad en plantilla y recursos ofensivos, romper el cerrojo paraguayo será difícil, sobre todo sin figuras como Luis Suárez, que resolvió el anterior enfrentamiento en 2022 (1-0). El duelo será cerrado, con pocos goles y decidido por detalles.