A Chile solo le queda una oportunidad para evitar terminar en el último puesto. Para ello, necesita vencer a un potente Uruguay y esperar que Perú derrote a Paraguay en el otro duelo clave del grupo.
Chile está dos puntos por debajo de Paraguay. Incluso ganando, no depende de sí misma para subir al noveno puesto. Y lo más preocupante es que sus opciones de derrotar a Uruguay son muy limitadas: apenas ha logrado dos triunfos en 17 jornadas, ambos como local y ante rivales de nivel claramente inferior: Perú (2-0) y Venezuela (4-2), el último de ellos en 2024. Los problemas ofensivos y la fragilidad colectiva han marcado toda su campaña.
El equipo de Marcelo Bielsa tampoco ha sido fiable fuera de casa: en ocho salidas solo ha ganado una vez, con tres derrotas y cuatro empates. De hecho, no ha ganado en sus últimos cinco partidos como visitante (tres empates y dos derrotas). Fue frenado por selecciones como Venezuela, Bolivia y Perú. En esos encuentros, La Celeste mostró su gran debilidad: la falta de gol. En esa serie solo anotó una vez. A su favor, eso sí, cuenta con la cuarta mejor defensa del clasificatorio sudamericano: solo 0,7 goles encajados por partido.
A pesar de su mala campaña, Chile ha sido algo más competitivo en casa. Uruguay baja mucho su nivel lejos de Montevideo, sobre todo en ataque (0,8 goles fuera vs 1,8 en casa). Chile ha marcado ocho goles como local y puede aprovechar ese bajón ofensivo del rival para al menos rascar un punto. El guion del partido apunta a un resultado corto, en una batalla más táctica que brillante.