Se están cargando el fútbol

Os confesaré una cosa. Llevaba varias semanas intentando plasmar en estas líneas el tema del que trata este texto. Lo intentaba, pero no daba con el enfoque correcto. Tenía la base, el concepto, pero veía matices que me paraban.

Tenía muy claro algo: hay muchas lesiones, muchísimas lesiones. Y me llama la atención porque está ocurriendo cuando los máximos organismos del fútbol quisieron tomar medidas previsoras para evitar precisamente eso, evitar las lesiones. ¿Recordáis cuando se implantó la regla de las 5 sustituciones? Decían, afirmaban (o maquillaban) que era una solución temporal para ayudar a que los técnicos pudieran gestionar el estado físico de sus lesiones. Pero los resultados, la realidad, son todo lo contrario.

La cantidad de lesiones que se están produciendo últimamente en el mundo del fútbol comienza a ser alarmante. El estado de salud de los futbolistas ha sido criticado y puesto a debate los últimos años por el enorme volumen de partidos a los que se ven sometidos, y ahora se ha creado un escenario tan preocupante, alarmante como negativo. El número de lesionados semanalmente es cada vez más alto, y me llama la atención que esté ocurriendo cuando teóricamente más medidas se estarían produciendo para evitarlo. Pero no. Los 5 cambios no son suficientes.

Pero entiendo que existen muchos argumentos que debemos tener en cuenta. La carga de partidos está siendo todavía más alta. Todo ello, además, en un año marcado por la COVID-19. Un año sanitario que ha provocado tensiones personales, mentales, que ha reformado el calendario para intentar ajustar el comienzo tardío del presente curso con una pasada temporada que acabó a finales de agosto.

Una mezcla explosiva. Un escenario preocupante que sigue confirmando el poco protagonismo real de los jugadores. Ellos se llevan el protagonismo, el eco mediático, pero en el trasfondo de la historia es el de siempre: piezas del juego. Piezas del juego manejadas al antojo de los organismos, de los clubes que a su vez están manejados por los organismos. "Cobran una barbaridad". Sí, quizás cobran mucho dinero, pero generan mucho más. Ahora, por ejemplo, parece que son inmunes, que no son personas, que cuando se trasladan y juegan partidos no se exponen al virus.

Sufren más que nunca lesiones y cuando la UEFA da el OK a sus calendarios de selecciones están dando positivos en COVID-19. Pero parece que nada importa, que nadie les escucha, que tienen que jugar sí o sí. Y punto. Y punto porque el dinero está por encima de todo.

Quería expresarlo. Primero, lo curioso de medidas como las 5 sustituciones que están provocando todo lo contrario, hay más lesiones que nunca. Pero a su vez, segundo, ver la injusticia silenciada de que son personas como cualquiera de nosotros, pero nadie piensa en eso. Deben jugar, y ya está. Y punto.

La situación, creo, empieza a ser demasiado seria. Las cifras de lesionados aumentan de forma alarmante, los positivos por coronavirus y la temporada (con torneos de selecciones en verano) va a hacerse muy larga.